29-06-2020

ONSTAGE: ENTREVISTA A COBE

COBE,

Rasmus Hjortshoij,

Danimarca,

Jardines de infancia,

Interviste,

A los niños hay que enseñarles cómo pensar, no qué pensar”, Margaret Mead. Los parvularios en el mundo de Hans Christian Andersen. 



ONSTAGE: ENTREVISTA A COBE La fantasía llena de imaginación de H. C. Andersen, un solitario al que gustaba entretener a los niños haciéndoles soñar, a través de sus cuentos, con mundos lejanos y extraordinarios, que, al mismo tiempo, mantenían el recuerdo de tradiciones y lugares amados de su Dinamarca, ha inspirado la creación de varios parvularios en esta región. Las historias de Andersen, que a menudo se inspiraban en invalideces físicas y sufrimientos vividos por personajes marginados y excluidos de la sociedad, como era, en parte, él mismo, tenían el propósito de hacer reflexionar sobre determinadas situaciones inaceptables que no debían repetirse en una comunidad civilizada, haciendo crecer a los pequeños en el respeto y la tolerancia. De gran actualidad, en una sociedad que no acepta la diferencia, se presentan como fundamentales en la formación de personalidades que aún están en proceso de desarrollo. Si se aprende a aceptar a todos los compañeros, sin dar lugar a fenómenos de acoso escolar, mofa o humillación, “no importa”, como nos recuerda el escritor, “haber nacido en el patio de los patos, ¡cuando se ha salido de un huevo de cisne!”.

Los parvularios de los que hablaré enlazan, a nivel estético, con un mundo de cuento, con pequeñas casitas esparcidas por la vegetación a la medida del niño, construcciones que logran recrear una dimensión muy especial, con rincones incontaminados, fuera del ruido frenético de la ciudad que vive alrededor, en que jugar, aprender a escribir y a leer, escuchar relatos emocionantes y vivir también el silencio con serenidad y ligereza. Lugares bellos en que vivir, en los que las emociones y los descubrimientos son lo cotidiano y los jóvenes, sin imposiciones y constricciones, aprenderán a socializar y apreciar el buen gusto que los rodea y las pequeñas y grandes cosas que, día tras día, sucederán en la realidad que los acoge.

No será nostalgia, en sentido negativo, romantizada por el halo de la inocencia perdida, recuerdos de los años transcurridos en absoluta despreocupación en estos espacios protegidos, sino que serán recuerdos que infundirán confianza y alimentarán las ganas de emular y ofrecer a los hijos un mundo más feliz.“ Los niños son nuestro recurso más precioso y es importante que tengan una infancia buena y segura” sostiene Dan Stubbergaard, fundador de COBE, joven estudio de arquitectura danés que ha puesto mucho empeño y entusiasmo en este sector, ofreciendo a la infancia parvularios llenos de dulzura, de refinada creatividad, que destilan y logran transmitir empáticamente el placer que los autores han sentido al inventar el juego y al tomar parte en el mismo. Es lo que puede vivirse en los dos coloreados oasis representados por Forfatterhuset Kindergarten y Kids’ City Christianshavn, parvularios para niños de 0 a 5 años y, en el segundo caso, también lugar para actividades extraescolares de 0 a 16 años. Los dos complejos proponen, respectivamente un pequeño pueblo y una ciudad, que han sido determinados por la cantidad de usuarios previstos, creados a medida de niño, fragmentando la idea tradicional del edificio único en muchas y variadas construcciones, de formas diferentes y con el propósito de proponer una continuidad dialógica con el tejido urbano adyacente. Una red de formas redondeadas se desenrolla como una cinta, en tonos rojo-naranja vivos, en torno a una verde y generosa zona de juegos, abrazando la exuberancia de árboles muy frondosos que invaden los tejados y las terrazas del entorno y con plantas en macetas de terracota sobredimensionadas, que parecen haber sido esparcidas y reagrupadas en un espacio reservado a la diversión y a la imaginación. El contraste de los colores ejerce un rol verdaderamente carismático, no solo agradable y divertidamente atractivo, sino también capaz de emanar y ejercitar una irresistible y magnética atracción hacia lo lúdico. La terracota del edificio, de una intensidad similar al color ocre del corten oxidado, armoniza con el espacio de ladrillo rojo de la vecina área histórica de Copenhague, en una equilibrada continuidad y coexistencia, propia del ciclo de la vida que se inicia en esta fase llena de energía y vivacidad y se completa en la serena tranquilidad, simbolizada por una comunidad de ancianos que se encuentra cerca. 


Un grupo muy numeroso de volúmenes, distinguidos por la habitual exquisita coloreada ingenuidad, unidos formando barrios, plazas y parques, forman Kids’ City de Christianshavn, la mayor escuela de nivel preescolar y lugar para actividades extraescolares de toda Dinamarca. Debiendo diseñar, en una superficie no muy extensa un espacio y estructuras con la suficiente capacidad, adecuadas para franjas de edad diferentes, reservando el máximo espacio posible al exterior para el deporte, los juegos y otras actividades, los arquitectos han conectado una serie de bloques, en su mayor parte de dos plantas y con tejados a dos aguas, formando agrupaciones y pequeños patios, proponiendo elementos distintos y reconocibles de una comunidad diversificada, pero bien amalgamada, como la realidad urbana, “reflejando las diversidades sociales y arquitectónicas de la ciudad más grande en torno a la escuela”. No le falta nada a la reproducción en miniatura, desde el ayuntamiento al estadio, pasando por el restaurante, una fábrica y un cuartel de bomberos, que, respectivamente, hacen de sala de reuniones, gimnasio, cafetería, y muchas otras funciones, come biblioteca y museo.

Innovador y estimulante, como siempre, el diseño prioriza la diversión y la socialización y prevé también una playa a lo largo del canal que discurre por la parte posterior del complejo, en que se pueden usar canoas y encender hogueras para tostar marsh-mallows. Hay propuestas que no terminan de asombrarnos, ciertamente alcanzadas gracias a una estrecha colaboración con el equipo pedagógico de la escuela, como el restaurante en un gran invernadero, en gran parte de cristal, en que los niños, en la planta superior, podrán cultivar las verduras y frutas que comerán posteriormente.


Por todas partes se ve la cuidadosa atención al diseño de calidad, que contempla, en los mínimos detalles, edificios y decoración interior, con la intención, según los mismos arquitectos, de ‘alfabetizar’, desde el punto de vista arquitectónico, a los jóvenes usuarios que, gracias a un proceso osmótico, aprenderán a apreciar lo bello. En un área de Copenhague vive otro trozo de mundo encantado: once volúmenes de formas muy elementales y con tejados puntiagudos forman un pequeño pueblo que podría parecer habitado por las hadas. Como salido de la lectura de un cuento, diseñado por el lápiz de un niño, nos hechiza con su fascinación irreal. Es Frederiksvej Kindergarten, parvulario para niños de 0 a 6 años. El sitio en el que se encuentra es muy extenso, pero, pese al tamaño, la organización logra crear implicación e intimidad. Un microcosmos en que la proporción y las dimensiones reducen el sentido de la realidad, contribuyendo a despertar y aumentar la imaginación de los pequeños residentes. Es como si unas simples formas concretas estuvieran estrechamente ligadas a la abstracción, invitando a entrar en un mundo en que las fronteras entre realidad y sueño ya no existen y en que uno se deja transportar sobre las alas de la fantasía. No son los colores vivaces y encendidos los que, en este caso, estimulan la mente, sino el blanco y el negro, que quizá pertenecen a un mundo lejano y menos conocido y, posiblemente por ello, resulta tan fascinante.


COBE- UN LABORATORIO DE ARQUITECTURA

"Creemos en la cocreación y hemos desarrollado una cultura del lugar de trabajo, en que parece mucho más natural decir 'nosotros 'en vez de ' yo '". Todas las ideas y los proyectos extraordinarios que salen de nuestro laboratorio de arquitectura son el resultado de un proceso colaborativo y de un diálogo entre miembros del equipo, clientes, usuarios y otros stakeholders ”COBE. Es con sus mismas palabras como me gusta presentar a COBE, este estudio danés que destaca por su originalidad, que se distingue por un estilo formal extremadamente resuelto y que se dedica esencialmente a realizar trabajos para la comunidad de su país

1. Un famoso escritor para niños dice que “el mundo se puede mirar a la altura del hombre, pero también desde una nube”. Es una idea que quiere subrayar la importancia de la fantasía, sobre todo en la fase formativa de un niño. ¿Ustedes piensan que es útil animar a los niños a fantasear y observar el mundo desde una perspectiva más ligera? 

El desarrollo personal (tanto de un niño como de un adulto) y el desarrollo de la sociedad se basan en la capacidad de imaginación y en una fértil fantasía. Se podría también decir que la arquitectura es la manifestación física de la imaginación. Es justamente en esta ocasión cuando tenemos el poder de crear la sociedad en que querremos vivir.
La arquitectura que dedicamos a los niños comporta una seria responsabilidad para la creación de un entorno acogedor para el desarrollo infantil, que sea capaz de implicar, habituar al sentido estético y que sepa estimular la imaginación.

2. ¿Qué influencia ha tenido el autor de cuentos H. C. Andersen en las propuestas que han creado para el nivel preescolar? ¿Ha inspirado el aspecto estético, la atmósfera mágica que transmiten sus obras o también les ha inspirado directrices pedagógicas, ayudándoles a proponer en escala menor la realidad que está fuera de las verjas de los parvularios? 

H. C. Andersen no ha influenciado directamente nuestros parvularios, pero se podría decir que estos edificios reflejan, de algún modo, la misma implicación que la imaginación provoca en el mundo de los niños. Los espacios crean ambientes aventureros en los que los pequeños pueden expresar su propia personalidad, en el marco seguro de la institución.

3. A los niños, durante la primera etapa de la infancia, les gusta tejer tramas fantásticas y urdir mundos soñados y se refugian en ellos como alternativa a una realidad que a veces no les hace felices. ¿En la ciudad computerizada y muy organizada del futuro, en su opinión, necesitarán todavía soñar y crear alternativas fantásticas o serán los ordenadores quieres consolarán a las personas con visiones virtuales muy seductoras? 

El reino digital y la realidad física se están fundiendo cada vez más. Espero que estas tecnologías sean utilizadas como oportunidades para experimentar e interactuar con la ciudad en nuevos modos estimulantes. Incluso si nacen nuevos modos, las tecnologías inteligentes no sustituirán nunca la libre imaginación y la interacción creativa con la ciudad. A medida que las ciudades son cada vez más estructuradas y planificadas, la imaginación y la creatividad asumen un rol muy importante en la sociedad.

4. En la 15ª Bienal de Arquitectura de Venecia, en 2016, ustedes participaron exponiendo, en el pabellón danés, un proyecto de parvularios en un área dedicada al tema “Proyectar la vida”. En relación con la afirmación de los comisarios: “dar forma a los comportamientos humanos está en el ADN de la ’arquitectura”, ¿qué ambiciones han explorado ustedes en su ámbito? 

La arquitectura –trátese de edificios, espacios urbanos, ciudades, diseño o paisaje- enmarca la vida que vivimos. En este sentido, nuestro trabajo está influenciando -o incluso modelando- el comportamiento humano. Ello significa también que los arquitectos tienen una enorme responsabilidad en la creación de lugares mejores que los que existían antes, tratando de comprender y de intuir las necesidades de los usuarios futuros. El objetivo de todos los proyectos que realizamos es mejorar todos los lugares con toda nuestra dedicación, trabajo y ambición, esforzándonos en alcanzar la calidad más alta y duradera posible en todas las ciudades, edificios y paisajes.

5. ¿Están de acuerdo conmigo en que a un estilo esencial, muy innovador e incisivo, podría decir incluso punzante, unen un ánimo romántico y poético?  

Buscamos crear soluciones simples y bellas para retos complejos.

6. Uno de sus colegas arquitectos sostiene que la arquitectura tiene un ‘valor añadido’ cuando satisface necesidades que han sido intuidas en relación con la colectividad. Sus proyectos están dirigidos, sobre todo, a satisfacer estas necesidades. ¿Cuáles, de los muchos que han realizado, les parece que han colmado mejor los vacíos de la comunidad y han provocado en ella una fuerte respuesta empática?

Muchos de nuestros proyectos aspiran a crear un valor añadido para la comunidad, además de cumplir los requisitos específicos de cada encargo. Pienso que la Red Cross Volunteer House de Copenhague es un buen ejemplo de edificio muy generoso frente a la comunidad y el ámbito público. Es un ejemplo de edificio que ejerce a la vez la función de edificio, de espacio público y de invitación dirigida a la ciudad.

7. Creo que la Red Cross Volunteer House, en Copenhague, sintetiza de modo ejemplar las motivaciones que animan su enfoque arquitectónico. La colaboración activa de muchísimos voluntarios confiere una belleza especial a esta realización. ¿Resulta siempre posible implicar activamente a una colectividad en el proceso de elaboración de un proyecto?

Tratamos de involucrar e incluir siempre al mayor número posible de stakeholders. Dicho esto, hay muchos proyectos que no permiten la inclusividad. Podría tratarse de un concurso arquitectónico anónimo o de un proyecto especulativo sin usuarios finales definidos. En estas situaciones nos sumergimos en las necesidades futuras y tratamos de alcanzar la mejor influencia posible en la comunidad.

8. Leo que han creado una plataforma de debate que tiene lugar como evento recurrente en su estudio de Copenhague a la que invitan a protagonistas de diferentes sectores, desde arquitectos a pensadores y hombres de negocios para debatir sobre temas de actualidad. ¿Este tipo de networking e interacción entre miembros de su equipo y colegas de otros estudios y profesionales de diferentes campos lo aplican también en la fase de discusión y elaboración de un proyecto?

Creemos que la arquitectura es objeto de interés para todos y que, por ello, debería ser desarrollada a lo largo de un proceso orientado al diálogo. Por tanto, tratamos de incluir a todos los stakeholders posibles y cocrear cada solución. La arquitectura es una disciplina colaborativa.

9. Su arquitectura tiene un impacto muy carismático sobre los jóvenes y los menos jóvenes. ¿Cuáles creen ustedes que son las características que les hacen tan diferentes y tan aplaudidos?

No es voluntad nuestra tener un estilo específico o una reconocibilidad arquitectónica. Por el contrario, lo que caracteriza todos nuestros proyectos es el hecho de que se basan en condiciones y entornos locales únicos: programa, clima, usuarios, tradiciones artesanales locales, historia, ambiente urbano, topografía, etc. Por tanto, cada proyecto debería tener un idioma propio. Lo que tienen en común los proyectos es la ambición de crear lugares mejores y más vivibles para todos, una cotidianeidad extraordinaria.

10. ¿Qué cambios prevén y esperan que experimentará la arquitectura en los próximos 50 años?

Hoy, el sector inmobiliario y de la construcción representa el 40 % de las emisiones de CO2 en el mundo. Preveo que todo el sector deberá sufrir una transición hacia una cadena de producción totalmente sostenible, con cero emisiones, en que la sostenibilidad no será una característica opcional, sino una premisa integrada, una condición presente en la arquitectura como los límites de la gravedad.

Virginia Cucchi


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